miércoles, 11 de julio de 2012

the wrong ferrari

Adam Green y su “Wrong Ferrari”

En plena gira, Adam Green se dio el gusto de convocar a algunos amigos conocidos como Macaulay Culkin, Devendra Banhart, Pete Doherty, Evan Dando y Jeffrey Lewis, filmar una película con su I-Phone y subirla a la Web para que todo el mundo pueda disfrutarla. Tres preguntas con un artista todo terreno.

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¿Cómo nace y de qué se trata The Wrong Ferrari?

Fue algo que sentía en el cuerpo. Quería que hacer una película con la gente que me rodea, con mis amigos. Quizás porque leí mucho sobre Fassbinder y sus actores. Fue algo un poco terapéutico. En sí, la película no tiene una trama. La iba escribiendo a medida que grabábamos, así que creo que es más bien una especie de suma de ideas. Escribía los diálogos en tarjetas, así que nadie sabía muy bien qué íbamos a grabar cada día. En realidad estaba tratando de escribir algo así como un poema cómico. Como estoy más acostumbrado a escribir canciones, siempre estoy pensando en la forma en que se van a decir esas líneas, que de una u otra forma también se pueden leer como si fuese la letra de una canción más que un guión cinematográfico. Creo que se entiende mejor si se ve más de una vez. Es una gran metáfora de lo que para mí significa cumplir los treinta.

Empezaste tu carrera musical haciendo grabaciones caseras y con el tiempo te enfocaste más en la producción y los arreglos. Ahora, tu carrera como director la empezás usando un teléfono. ¿A qué se debe esta relación?

No soy un profesional, y como nunca había filmado nada, necesitaba dominar los instrumentos que tenía a mano. Es como cuando comprás tu primera guitarra: no elegís la más cara, sino una buena pero barata. Grabar con el I-Phone fue muy fácil, porque ya lo conocía, pero también lo elegí porque la imagen parece más real que lo filmado con otra tecnología. Es como un truco mental: al ver la calidad de la imagen, quizás por la costumbre, parece real. Seguramente, con el tiempo usaré otros equipos.

¿Ya estás trabajando en otra película?

Sí. Quiero hacer mi propia versión de Aladino. Pero un poco más adelante. Ahora estoy escribiendo un disco de duetos con Binki Shapiro, de Little Joy. De a poco vamos ensayando lo que ya tengo compuesto. La idea es grabarlo en septiembre, pero hay muchas distracciones en Nueva York. Es difícil enfocarse. De a ratos me siento un poco como cuando tenía once años, como si no tuviese idea de cómo escribir canciones. Eso sí, ya tengo muchas, muchas letras.


De tener que definir en pocas palabras The Wrong Ferrari, sería muy difícil no recurrir a términos como inusual, alucinógena, extraña o experimental, e inevitable demostrar una irremediable perplejidad. Escrita y grabada bajo los efectos de la ketamina, este fluir del subconsciente carece de una trama firme, discernible, transformándose en una serie de pequeñas viñetas humorísticas de lisérgico surrealismo. Un enfervorecido Adam Green escribió, dirigió y protagonizó esta fábula de crecimiento interior, con la libertad absoluta del creador independiente en plan de exorcismo artístico.

Adam, el personaje, quiere abandonar la vida arriba de los escenarios para dedicarse a ser una persona “normal”. Este será el comienzo de un extraño deambular en el que se incluyen entrevistas con los Mario Bros., recreaciones de cuadros norteamericanos históricos, diálogos afilados, exhibicionismo gratuito y una fuerte presencia de las drogas. Sí, todo muy “normal”. Por algo su creador la bautizó como una “tragedia screwball”.

Al ser consultado por sus no tan evidentes influencias, Green cita instantáneamente a Alejandro Jodorowsky, y une los puntos entre La montaña sagrada (1973), Greaser’s Palace (Robert Downing, 1972) y Sueños en Arizona (Emir Kusturika, 1993), pero releídas con la lente de Nick Zedd, con un insólito Fassbinder de referente final.

Hay por ahí un video en el que el cantante pinta un cuadro y lo lleva a pasear al Museo Metropolitano de Nueva York. Al no encontrarle un lugar, Green termina colgándolo en un poste cualquiera, en el medio del Central Park. Ese pequeño clip es, según él, un buen resumen de lo que pasó con su película: quiso hacer algo parecido a Jodorowsky, pero en vez de llevarlo a las mejores salas, inquieto, ansioso, lo subió a la Web para que todo el mundo lo vea. El resultado, disparatado, estimulante, críptico, se puede bajar de www.thewrongferrari.com. / Pablo Conde

>> www.thewrongferrari.com

Esto es a lo que se ha dedicado el genio de Adam Green en el año 2011


aquí tenéis la película por si alguno le apetece verla:






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